Catalunya versus España
Sí, seguimos con este ya eterno dilema...Al hilo de la publicación del libro Estàvem cansats de viure bé, del periodista gerundense Albert Soler, verdadera pesadilla para el movimiento independentista catalán, y quien con un arma terrible como es el humor irónico e incisivo vapulea día sí y día también, desde las páginas del Diari de Girona, las por otro lado simples y vacías tesis independentistas, válidas solamente para mentes igualmente simples y limitadas, o al menos vencidas desde hace tiempo por el fanatismo visceral, aprovecho para comentar un par de cuestiones de actualidad al respecto:
El Govern català pide valentía y altura democrática a Pedro Sánchez, y eso lo dicen quienes llevan años utilizando todos los resortes del poder para potenciar el nacionalismo catalán y para acallar toda voz disidente ... Desde luego que los catalanes somos españoles, de hecho los más aventajados, no paramos de dar lecciones sobre aquello que nosotros ni cumplimos ni pensamos cumplir...
Per una altra banda, cada dia al·lucino més amb algunes persones d'aquest territori que es diu Catalunya, sembla que hagin despertat un dia i s'hagin trobat que ja no són lliures i independents...Ah no! Si Catalunya sempre ha format part d'Espanya, vaja, si hi ha catalans i catalanes que són espanyols perquè se senten espanyols, quines coses! potser, cosa rara, això passa perquè és el seu país, oi? Potser se senten part d'un país, igual que andalusos, asturians, bascos, gallecs, etc., tots amb una identitat comuna, per molt que, com és normal, després hi hagi costums i trets (com llengües diferents encara que agermanades) que caracteritzin cadascú...No hi ha cosa pitjor que barrejar ideologia amb sentiments ...
Realmente estoy de acuerdo con prácticamente todo lo que explica Albert Soler, pero hay un par de perlas que me parecen destacables por dar en plena diana:
- El proceso independentista es propio de gente bien comida, bien follada (con perdón) y bien gilipollas (doble perdón), que se ha cansado de vivir bien y ahora quiere inmolarse y inmolar su país para pasar a la historia, aunque, esto lo añado yo de mi cosecha, no creo que las futuras generaciones, por mucho que les hayan lavado el cerebro padres y abuelos, asistan impasibles a la degeneración que se adivina ya en el futuro de esta sociedad catalana antaño próspera y confortable, al menos sin pedir cuentas a sus predecesores, y veremos hacia donde nos sigue conduciendo esta deriva para mi mental...
- El autor mencionado entiende el proceso y todas sus implicaciones como un cáncer para la sociedad catalana que ya nunca conseguiremos curar, una enfermedad que se tornará crónica y con la cual deberemos aprender a convivir ... Totalmente de acuerdo porque, sin ir más lejos, tenemos ejemplos de esto mismo en otros estados contemporáneos en los que la convivencia entre etnias identitarias (por definirlo de alguna manera...) se desarrolla en términos poco ideales para la armonía de un país, situación que, por otro lado, ya ha sido claramente asumida con resignación por todas las partes...
Solo cabe esperar que se recupere y se imponga el seny català tanto entre los adinerados y poderosos burgueses que lideran el movimiento independentista, como entre todos aquellos/as que los siguen ciegamente, como si de una secta especulativa se tratase, especialmente aquellos jóvenes que no se dan cuenta de que si continuan por el camino que les han marcado unos/as pocos/as a los que en realidad no les importan un pimiento más allá de que les sirvan para conseguir sus objetivos, estarán tirando sus vidas por la borda, sobre lo cual despertarán con el paso de los años y con la llegada de la madurez mental necesaria para entender y relativizar los acontecimientos actuales, que no por repetidos a lo largo de la historia de la humanidad han dejado de ser efectivos con la gente inmadura y manipulable una y otra vez.
Esta publicación y quizás el libro, expresan la polarización del pueblo catalán que también se ha extendido al pueblo Español. Pero lo más doloroso es que debemos aceptar que si, que esto en lugar de salida, vislumbra metástasis. Debe señalarse que, cuando hay polarización, es difícil encontrar objetividad en alguno de los lados y eso es debido principalmente a lo mal que los dirigentes, hoy gobernantes, de Cataluña que han defendido el independentismo. Nunca han pensado en respetar que aunque el sentimiento independentista ha aumentado, aun, más del 50% de los ciudadanos catalanes se decantan por Catalunya dentro de España, por tanto, esos independentistas lideres no han sabido respetar la democracia. Claro como están en el poder, lo usan para imponerse y así hacer creer que la mayoría somos independentistas. Es hora de liderar una manifestación al govern, pero con fuerza, con argumentos y sobre todo con el apoyo no ya de partidos políticos, sino de los ciudadanos no independentista para exigirles que respeten la decisión del pueblo Catalán. Así como el pueblo Boliviano defendió que Bolivia dijo NO al cuarto mandato de Evo Morales, el pueblo catalán debe defender ante Torra y su jefe, Puigdemont, cobardemente huido, que el pueblo Catalán dice si SI a ESPAÑA.
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