Breve historia de la
familia Migoya
Buenas de nuevo, en esta ocasión me apetece aventurarme en
un terreno resbaladizo como es la historia, siempre aproximada, de las últimas
generaciones de mi familia, historia en la cual creo que merece la pena adentrarse
con la máxima humildad y prudencia, dada la importancia de la misma para muchas
personas, personas muy queridas, algunas de ellas por desgracia fallecidas tiempo
ha, y al desconocimiento inevitable de diversos de los episodios acontecidos.
Como punto de partida puedo hablaros de mi apellido, Migoya,
el cual, según la tradición heráldica, tiene su origen en el siglo XI, en el
pueblo de Ajo, Cantabria, aderezado además con pátina nobiliaria. El hecho es
que la mayor concentración de migoyas se da en la franja cantábrica, desde el
País Vasco a Asturias, preferentemente en esta última, origen de nuestra
familia cercana y también, según me informó un filósofo mexicano con el cual
comparto apellido y que estuvo investigando hará unos diez años sobre la red
internacional y los árboles genealógicos derivados de los/las Migoya en un
intento de encontrar orígenes comunes, parece ser que de muchas de aquellas que
producto de la emigración se desperdigaron por el mundo, principalmente por
Latinoamérica.
En todo caso, debo decir que mi memoria histórica es muy
corta, dado que se remonta tan solo a las peripecias de mi abuelo paterno (en
cuanto a Migoya se refiere), y que este una vez me contó que el que debería ser
considerado mi tatarabuelo, de cuyo nombre lamento no acordarme ya, fue el
hombre que se emparejó con la madre de mi bisabuelo, al cual, por no ser hijo
biológico suyo, acabó reconociendo y otorgando sus apellidos. Esto querría
decir que mi bisabuelo habría sido en realidad el primer Migoya consanguíneo de
la familia, padre biológico, esta vez sí, de Eleuterio Migoya, Terio para la
familia y amigos, referencia de hierro para las generaciones posteriores.
Para no alargarme en demasía iré directamente al grano de
nuestra historia reciente, y explicaré que mi abuelo nació allá por el año 1911
en el Valle de Cuna, Mieres, en la gran zona minera por antonomasia de este
país, y que se curtió desde guaje,
niño ayudante de minero, en la dura vida de la minería del carbón. Su
participación en la revolución minera de octubre de 1934 lo preparó para lo que
vino después, la resistencia como miembro del maquis, guerrilla antifranquista,
por las montañas de la cordillera cantábrica. Como os podéis imaginar, esta
aventura finalizó en una cárcel franquista, el posterior Hostal de San Marcos,
en donde mi abuelo estuvo alojado no precisamente por iniciativa propia ni para
degustar los múltiples atractivos de la ciudad de León. La condena a muerte
inicial, por suerte para nosotros, fue conmutada y sustituida por un destierro
que lo único que pretendió fue alejarlo de su círculo duro de resistencia e
influencia, por lo que simplemente consistió en abandonar su valle querido para
tomar el camino del Bierzo, alternativa clara para poder seguir ejerciendo su
profesión de minero. Allá se instaló en Fabero y conoció a Rosalía, su futura
mujer, originaria de Guímara, en el Valle de Fornela de los Ancares leoneses, población
ancestral habitante de un territorio abrupto y salvaje cuyos orígenes inciertos
transmitieron a nuestro ADN un gen moreno que asoma con cierta frecuencia en el
devenir familiar. De su unión marital, no por matrimonio, puesto que la
ideología comunista compartida les impidió por mucho tiempo ni tan siquiera
entrar en una iglesia, nació en 1944 Marcelino, mi padre, que posteriormente
tendría una hermana (Elma) y aún otro hermano más (Isaac), para completar una
familia que salió adelante en un escenario muy complicado, y que gracias al
trabajo a destajo de Terio, mi abuelo picador como diría la canción de Victor
Manuel, consiguió incluso tirar de la familia directa de Rosalía, cuyo número
de hermanos, hermanas, sobrinos y sobrinas no se podían contar con los dedos de
las dos manos ni multiplicándolos por dos.
A todo esto, debo recuperar el hilo de la estancia de mi abuelo
Terio en el Hostal de San Marcos,
dado que allí coincidió con un compañero de celda también condenado a muerte y
también desterrado finalmente, que este sí optó por abandonar España y probar
fortuna en otras latitudes, en su caso en tierras argentinas. Cabe decir que
esta persona, originaria del Valle de Valdeón, en los Picos de Europa leoneses,
se llamaba Vicente, y se llevó con él a una hermana de mi abuelo, Salvadora,
que por visitar a su hermano se acabó enamorando del compañero de celda. Esta pareja
se instaló definitivamente en Buenos Aires, tierra que los acogió y en donde
tuvieron buena fortuna, y a la cual quedaron eternamente agradecidos, hasta el
punto de no volver nunca más a España … El caso es que este episodio es muy
importante en la presente historia, dado que Vicente tenía una hermana llamada
Juana, viuda desde tiempos jóvenes, que habiendo tenido dos hijas y un hijo
(José María, Martina y Balbina), se los llevó de Los Llanos de Valdeón a Cangas
de Onís, se puede decir que capital de Los Picos de Europa, en busca de mejores
oportunidades para salir adelante en tiempos durísimos de postguerra, pero que,
no encontrando la manera de poder ofrecer una vida digna a su prole, decidió
enviar al mayor a Suiza, como parece que era el deseo de este, a aprender el
oficio de sastre (ojo, con 15 años), y a la mediana (nacida en 1946), con sus
12 añitos, a Buenos Aires, para que fuera la hija que Vicente y Salva no habían
podido tener hasta entonces.
Por aquellos azares de la vida, a mi padre, cansado de la
cuenca minera, en donde empezó a trabajar como guaje a los 10 años, aunque
luego acabó inclinándose por la carpintería, en todo caso allá también muy
asociada al acondicionamiento de los túneles de la mina, se le ocurrió un día,
con 18 años, emigrar a Buenos Aires para probar algo diferente y dar un giro a
su existencia, y creo que no sorprenderé a nadie confirmando que su destino fue
la casa de su tía Salva, en donde no solamente consiguió trabajar como camarero
en el restaurante de sus tíos, sino que tuvo la suerte de conocer a la persona
que ya le acompañaría el resto de su vida, mi madre, Martina, con la cual se
casó unos años después, él con 22 y ella con 20 años, en la misma ciudad en la
que se conocieron y compartieron sus primeras experiencias como pareja, tras lo
cual, por deseo expreso de mi padre, volvieron a tierras españolas y bercianas,
naciendo poco después (1966) su primer retoño, al cual bautizaron con el nombre
de Juan Carlos, y al que con cuatro años, para evitar dar continuidad a la
tradición minera de la familia paterna, se llevaron a Barcelona a iniciar una
nueva vida …
Solamente añadir que no puedo dejar de nombrar la venida al
mundo de mi hermano, Hernán, que en 1971 pasó a acompañarme en el transcurrir
de nuestra vida en Santa María de Barbará, aunque por cabezonería del padre de
familia fuimos todos a verlo nacer en Ponferrada, por aquello de mantener las
raíces bercianas, vida sencilla pero que nos permitió ser los primeros de la
familia en acceder a la universidad y poder desarrollar una vida profesional
que, siempre desde la humildad, se podría considerar relativamente exitosa, al
menos en términos de satisfacción propia y reconocimiento social, mi hermano en
el mundo de la literatura y yo en el de la universidad. También he de decir que
yo he tenido dos hijos, Yeray (1997) y Nil (2001), a los que quiero con el
alma, y actualmente una mujer, Luz, cuyo nombre ya deja traslucir lo que
significa en mi vida.
Para finalizar, quiero rendir el mayor homenaje del que soy
capaz a mis 51 años, por una parte a mis padres, a los cuales les debo todo lo
que soy y espero poder devolverles algo de lo recibido ahora que me necesitan,
y por otra a mis abuelos, especialmente a Terio y Rosalía, los mayores
luchadores que he conocido en mi vida, gente dura y resistente como poca, que
supieron sacar adelante una gran familia en momentos enormemente difíciles, que nos
dejaron hace no tantos años, aunque parecen muchos ya, y a los cuales he
intentado honrar e intentaré seguir haciéndolo durante lo que me quede de vida,
a pesar de no llegarles a la altura de la suela del zapato.
Hola,me gustaria contactar con algun migoya desendiente de Pilőn Asturia.Mi abuelo se llamó Manuel Antonio Migoya emigro a Cuba.
ResponderEliminarHola èl.era mi abuelo tambien
EliminarHOLA!!!! You cubana y hace poco hablando con mis padres me enteré que mi tatarabuelo era español , nosotros somos cubanos y estamos actualmente viviendo en España , yo me llamo jailyn migoya
EliminarPerdonad, no había visto los comentarios, ya me diréis si os puedo ayudar en algo... En todo caso, es interesante explorar el pasado a través de nuestros mayores...
ResponderEliminarYo no tengo el apellido migoya pero mi mamá si ella me dise que su abuelo era español pero no sabe de qué parte de España el era ella se acuerda que el le hablaba de un puerto o algo así y que el cantaba una canción que era como una historia del lugar el se llamaba José migoya Pérez y vino muy joven a Cuba hullendole a la guerra civil de España vino como polizón para Cuba pero aquí no encontramos ningun rejistro de el el nació 1900 al 1905 algo así y mi mamá le gustaría saber más de su abuelo
ResponderEliminarHola! Yo soy cubana y tengo el apellido migoya , empezé a investigar sobre esto hace poco porque estamos viviendo en España ahora mismo y algunas personas me dijeron que migoya es un apellido español , además que mi madre siempre me cuenta que mi tatarabuelo era español y emigro a Cuba huyendo de la gerra civil
EliminarHola buenas!!!
ResponderEliminarMi tercer apellido también es Migoya. Mi tatarabuelo era asturiano, y desconocía que tuviese Migoya origen en Ajo. Puedes informarme más sobre eso, por favor? Gracias.
Muy buenas, sí, la enciclopedia heráldica sitúa el origen del apellido Migoya en una familia noble, aunque humilde, y en el pueblo cántabro de Ajo, allá por el siglo XI. En todo caso, estas referencias hay que relativizarlas, no son especialmente fiables, pero está claro que el origen familiar de muchas personas con este apellido se encuentra en la zona cantábrica, especialmente Asturias, aunque en Cantabria y País Vasco también "abundan". Saludos.
EliminarLa mayor concentración de MIGOYAs es la aldea asturiana de ANTRIALGO, parroquia de Villamayor, en el concejo de Piloña, donde coincidieron 3 ramas de este apellido. La rama mía que es la más antigua en este pueblo procede de la Parroquia de Linares en el concejo de Ribadesella. De mi rama familiar hubo importante emigración a Cuba y a México en los siglos XIX y XX.
ResponderEliminarMª Luisa G. Migoya, que es de otra rama distinta de la mía tiene hecho un importante estudio genealógico de las familias de Antrialgo, que en el caso de mi rama familiar de este apellido llega hasta los años mil seiscientos.
Mi abuelo Manuel migoya Molina era de obiedo pero no se de gue parte vino para cuba con 2 de sus hermanos alejandro i florentino cualquier información me será mui útil. Grasias
EliminarHola tengo el apelliido Migoya😀
ResponderEliminarBuenas cuanto quisiera contactar con algún migoya de España porque mi bisabuelo era de allá se llamaba José migoya Pérez y nunca e tenido suerte de poder encontrar algún indicio de nacimiento se que era de Asturias solo eso
ResponderEliminarBuen dia, soy de Argentina, ciudad de Venado Tuerto, segun investigación que he llevado a cabo, llegarona estos lares una familia de Migoyas en 1777, en la expedición de de Don Pedro de Cevallos, naturales del Principado de Asturias, fueron don Juan de Migoya y Dña Antonia de Estrada. Mi tartarabuelos(Manuel Migoya/Agustina Sueldo), bisabuelos(Máximo Migoya/ Juana Julia Fule Mignaberrigaray), mis abuelos(Maximo Migoya/Elvira Roth), segun mis deducciones, pertenezco a la 9na generación, algunos segmentos temporales estan aún en grises. Me.gustaria indagar aun más, saludos a todos los Migoyas por el mundo!
ResponderEliminarBuenas noches, mi nombre es Maria laura fule, soy de ctes capital, argentina, armando el arbol de los Fule, descubrí que la mamá de mi abuelo, era Maria felipa migoya, hna de máximo migoya. Por lo que investigue el apellido de la mamá de Julia fule es catalina minaberrigaray. Estoy buscando información, cualquiera que tenga info de maria felipa migoya, les voy a agradecer. Saludos.
EliminarHola María Laura, un gusto saludarte y responderte, al parecer somos parientes lejanos! Jaja mi bisabuela, que no conocí pero es la mujer que mas me ha cautivado fue Juana Julia Fule Mignaberrigarray de Migoya(Máximo Migoya) uno de sus tres hijos varones, Máximo Oscar fue mi abuelo, los otros hermanos se llamaban Mario y Mauricio (com9 me llamo yo Mauricio Oscar. Mi WhatsApp es 3462533346. Me encantaria estar al contacto y contarte mas y honrar a nuestros ancestros. Saludos desde Venado Tuerto, Santa Fe
EliminarMaria Laura dr Corrientes, aca se dió el caso de dos hermanos Migoya (Máximo y Felipa)casados con dos hermanos Fule(Juana Fule y tu bisabuelo Fule), entonces nuestros abuelos fueron primos...es asi?
EliminarAcerca del comentario anterior desde Argentina, he agregado mi nombre al remitente, gracias nuevamente
ResponderEliminarHola yo no tengo el apellido mi abuela y mi madre si mi bisabuelo era de Asturias Elias migoya Solis
ResponderEliminarmi abuela se llamaba maria migoya molina me parece q de la zona de arriondas alguie sabra algo
ResponderEliminarMi abuelo se llamaba Manuel migoya Molina de obiedo
EliminarEn hora buena, Dios los bendiga a todos. Mi nombre es Ramón Migoya Martínez de 54 años y vivo ahora en Cuba y mi Mi abuelo se llamó Ramón Antonio Cándido José Migoya Escribano y nació en Cuba (Colón, Matanzas) en 1913. Fue muchos años presidente de la asociación Asturiana en la Habana Cuba. Su padre se llamó Don Ramón Migoya y Torre, natural de Antrialgo, provincia Oviedo, comunidad Asturias. Y me gustaria mucho poder conocer mas sobre mis raíces y entablar conversaciones con parientes que deseo conocer. Mi correo es rmigoya2017@gmail.com
ResponderEliminarHola soy cubano, pero mi apellido es migoya, saludos a todos los migoyas del mundo 🌎.
ResponderEliminarsoy Paul Alfaro Migoya hola , llegue a España el 16 de agosto de 2024 EN SIRCUNSTANCIAS muy parecidas a las de mi Bisabuelo francisco Migoya San feliz Asturiano que emigro a Guatemala mi abuelo también Asturiano y mi madre , yo no tengo la ciudadanía pero la e solicitado en la embajada de Guatemala me dijeron que faltaba un mes y ya estoy en Madrid y no la tienen lista no me permiten trabajar y la verdad la estoy pasando mal estoy orgulloso de mis raíces y sangre Asturiana quiero trabajar y ganarme la vida deseo ir a Asturias con todo mi corazón pero no tengo como llegar se que allá me ayudaran con alberge mientras trabajo en algo lo que sea mi número es 691532019 si alguien tiene empleo de lo que sea lo acepto no tengo como llegar pero puedo caminar necesito don de dormir solo eso pido se que puedo levantarme estoy muy orgulloso de mi pasado y se que como mi bisabuelo también lo lograre, gracias a quien puede ayudar ya,no tengo nada lo e gastado aqui en m,adrid deseo llegar
ResponderEliminargracias a todos,
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