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Mi querida Catalunya (I)

Aquí estamos de nuevo, intentando, como me recomendaba hace bien poco una buena amiga, activar el pensamiento crítico con el objetivo de remover conciencias y ayudar a crear opinión. En este caso no pretendo transmitir una reflexión propia sino de un par de personas a las que admiro y que en este momento reflejan mejor que nadie mi posición acerca de lo que está pasando en este país (Catalunya), posición que, como es lógico, creo que es ajustada a razón y muy adecuada para analizar fríamente la vorágine en la que lamentablemente estamos inmersos, y buscar salidas que permitan recuperar el nivel de convivencia, de sociabilidad, de tolerancia y de cohesión social que siempre ha existido y siempre ha tenido a gala el territorio catalán. Estas dos personas, desde mi punto de vista, son referencia clara para esa población catalana que estando en medio de dos posiciones extremas y enconadamente enfrentadas, no solamente no nos identificamos con ninguna de ellas, sino que vemos con asombro el nivel de fanatismo y de irracionalidad que se ha impuesto en los líderes y también en los seguidores de dichas posiciones, hasta el punto de que ni entre ellos ni con nosotros parece que haya punto posible de encuentro. Por ello mismo, desde este humilde blog me complace enormemente recomendaros la lectura de los dos artículos siguientes, escritos por Rosa María Sardá y Jordi Évole respectivamente, grandes personas y, ellos sí, grandes catalanes, quienes sostengo dan en el clavo con una puntería envidiable:


Rosa María Sardá: “Tengo más sentido del humor que del honor”


Jordi Évole: "Detectar el grisú"


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